Enfrascado en el trabajo de documentación y estudio para la actualización de mi temario de Didáctica de la Educación Infantil, me encuentro de casualidad con la LOMCE (mal llamada Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa), para mí: Ley Orgánica para Medir Cuantitativamente la Enseñanza, porque no es más que eso.
Un cúmulo de estándares de aprendizaje evaluables a los que dedicar tiempo en clase llevaría a no poder ejercer la acción docente, O se cuantifican o se educa. Esta Ley que no deroga la LOE, solo la modifica con pinceladas en puntos estratégicos, crea más problemas a la Educación que soluciones.
Los objetivos de área desaparecen, nos tenemos que adaptar a los de etapa. Pero luego para programar o trabajar, en realidad debemos tener presentes unos objetivos que cumplir. Lo más sencillo, a partir de los criterios de evaluación, elaborar los objetivos específicos y didácticos.
Esto necesita un estudio más profundo, pero su solución es más sencilla, trabajar entre toda la comunidad educativa, legisladores y gobierno en la elaboración de un proyecto común educativo que tenga validez a largo plazo y en el que sólo se puedan incluir modificaciones cuando realmente sean necesarias.
Menos mal que al 1º Ciclo de Educación Infantil esta Ley le ha dejado en paz, bueno en cierto modo, igual que el Ministerio de Educación, al no darle la cobertura que se merece y seguir en tierra de nadie. No se trabaja por su inclusión definitiva en el ámbito educativo (más plazas públicas para niños/as de 0-3 años, creación de más escuelas infantiles, convocatoria de oposiciones para Técnicos Superiores de Educación Infantil, dotación de medios,...).
En fin, autocrítica y a trabajar por mejorar desde el ámbito que me toca. Si todos y todas sumamos, al final llegarán las soluciones, de eso estoy seguro.
