d) La autoobservación.
En el ámbito de las habilidades sociales, muchas de las informaciones necesarias para proceder a la valoración forman parte del universo más íntimo de la persona y, por lo tanto, debe estar la que, a través de registros específicos, la proporcione.
De esta manera es el propio sujeto quien registra sus emociones, pensamientos y sentimientos, así como otros hechos relevantes de la intención, que tienen lugar en el ambiente natural.
La autoobservación en habilidades sociales implica dos procesos separados:
- Discriminar la presencia o ausencia de la
conducta objetivo. Como hemos
visto, la respuesta puede ser fisiológica, cognitiva o motora.
- Registrar la emisión de la conducta en hojas de registro, cuestionarios o escalas creadas para esta finalidad.
Para registrar las propias observaciones
generalmente se utilizan hojas de registro, pero también otros medios como
diarios o grabaciones de audio. (ej: hojas de registro de autoobservación de A.
Ellis para el autorregistro de los pensamientos distorsionados).
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