1.1. El ciclo vital.
A lo largo de la vida las personas experimentamos cambios en nuestro cuerpo, en la manera de pensar, en nuestra personalidad, en la capacidad de aprender, en nuestros afectos…. Todos estos aspectos forman parte de la psicología del desarrollo.
Entender cómo y por qué se producen estos cambios nos ayudan a comprender y predecir el comportamiento de las personas en las diferentes fases de la vida. Personas que, con diferentes capacidades e intereses, deben encontrar en la interacción con su medio social los recursos, espacios y oportunidades para desarrollar sus capacidades, promover sus intereses y satisfacer sus necesidades.
El proceso psicológico que experimenta el ser humano desde el nacimiento a la muerte, se conoce como ciclo vital.
· Etapas del ciclo vital.
Es importante conocer cómo evolucionan las personas a lo largo de las diferentes etapas de la vida para conocer qué características y qué necesidades biopsicosociales presentan en cada una de ellas
Las etapas del ciclo vital están bien definidas. Con pequeñas matizaciones es unánime la aceptación de que son:
-
Infancia.-
primera infancia (0-6) y segunda infancia (6-12)
-
Adolescencia
(12/13- 18/20)
-
Adultez
.- Joven adulto(20-40) y madurez/mediana edad(40-60)
- Vejez/senectud (+ 65)
Las crisis del ciclo vital.
El ciclo vital es un continuo de crecimiento y cambio, durante el cual atravesamos diferentes tipos de crisis.
•
Crisis previsibles.- Están ligadas a las características
de la etapa evolutiva en la que nos encontremos. Forman parte del desarrollo
evolutivo normal y, por lo tanto, la mayoría de las personas tenemos que pasar
por ellas (paso a la adolescencia, nacimiento de hijos, jubilación).
• Crisis imprevisibles.- Sobrevienen de manera brusca y pueden aparecen inesperadamente en cualquier momento (muerte prematura de un familiar, enfermedad grave…).
Las crisis imprevisibles conllevan
un gran impacto emocional y psicológico que, en muchas ocasiones es difícil de
superar o requiere de un largo tiempo.
Las crisis previsibles también pueden generar desequilibrios, pero su intensidad suele ser menor.
En los procesos de cambios y de crisis a lo largo del ciclo vital, aparecen dos conceptos importantes desde el punto de vista de la inclusión-exclusión social.
· Noción de ruptura. Referida a las que se producen en las trayectorias laborales, familiares, formativas o residenciales de las personas y que pueden hacer que las personas pasen por situaciones en las que los recursos sociales, económicos, familiares, de apoyo se vean transformados. Ello puede conducir a momentos de inseguridad y vulnerabilidad.
· Noción de resiliencia. En estas circunstancias se necesita
que la persona desarrolle procesos de resiliencia, entendida como la capacidad
para superar circunstancias de especial dificultad gracias a sus cualidades
mentales, de conducta y de adaptación, y así, hacer frente a estas situaciones
y superar los escenarios que estas rupturas suponen.
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