Hoy cierro la Semana Santa de homenajes con uno infinito que abarca a toda la sociedad y al ejemplo que ha dado en la manera de afrontar la lucha contra el COVID19.
En nuestro país tendremos muchos defectos, pero también muchas virtudes y algunas de ellas muy valiosas que debemos trasladar de padres a hij@s y de adultos a niñ@s, como por ejemplo una que ha brillado como en otras ocasiones: la solidaridad.
Da igual los recursos de cada persona, en la medida de nuestras posibilidades, la sociedad se ha volcado y está ayudando todo lo que puede para que la brecha social se note menos. Otra la alegría y las ganas de vivir.
Como a través de las diferentes redes o medios de comunicación la sociedad ha respondido de manera brillante a una situación de incertidumbre y caos, con la mejor de sus sonrisas y mucho humor para ayudarnos a llevarlo mejor. Otra la manifestación.
A través de los balcones, ya sea con aplausos, cartelería, música, o simplemente acompañamiento, hemos manifestado nuestro apoyo a los diversos colectivos que están trabajando en las diferentes líneas de choque contra esta maldita pandemia. Y otra muy importante, la tolerancia y el respeto.
Como hemos ido acatando los estados de alarma que se han ido aprobando y salvo casos puntuales, toda la sociedad está cumpliendo a rajatabla el ya ultraconocido mensaje #quédateencasa
Muchas gracias a toda la sociedad por volver a demostrarme que en nuestro país todas las personas sumamos e importamos y que las fronteras no existen por mucho que algun@s se empeñen, ser felices y que la fuerza y salud nos acompañe.
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